Los metales pesados, causa encubierta de multiples enfermedades

Una interesante historia surgida de la era industrial y el modernismo, resulta ser el trato con los metales pesados y su influencia en las enfermedades, algo que asombrosamente a resultado casi imposible de resolver, muy a pesar de que sabemos muchas de las consecuencias, científicamente estudiadas y demostradas como causa primaria y secundaria, directa e indirectamente del estado de salud. Sus presencias en los alimentos, agua, medicamentos, cosméticos y sustancias de uso personal y ambiental, e incluso en el aire que respiramos…, nos deja solo un camino la suplementación, para asegurarnos de la capacidad neutralizadora que tienen otros oligoelementos beneficiosos y programados en efectos para el Bienestar en Salud, Belleza y Calidad de Vida Plena, usa los suplementos Omnilife, #One Per Meal; #Dual C mix, #Aloe-Beta y #Omniplus en protección continuada.

¿Qué son los metales pesados?

Son elementos metálicos de mayor tamaño y peso que los elementos que componen los nutrientes. La mayor parte de ellos no tiene función biológica conocida. Son considerados tóxicos y actúan como anti-nutrientes (destruyen o roban nutrientes valiosos en desmedro de nuestra salud y bienestar), es decir, interfieren con la absorción y utilización de nutrientes y/o favorecen aceleradamente su eliminación. Los metales pesados se unen a enzimas compitiendo por el lugar en el que debería unirse un metal fisiológico, perturbando de esta manera la función enzimática y alterando el metabolismo.

Por ejemplo, el plomo se une a ciertas enzimas y tejidos con facilidad, compitiendo o sustituyendo a los minerales zinc, hierro, calcio, magnesio y cobre. De esta forma, los síntomas de un exceso de plomo son muy similares a los de una deficiencia de dichos minerales. Los metales pesados más característicos e investigados son el mercurio, el plomo, el cadmio, el arsénico y el aluminio.

Fuentes de contaminación.; Mercurio: Empastes dentales de amalgamas, fungicidas, insecticidas, productos de limpieza y fotografía, papel…, etc.

Plomo: Vegetales y fruta cultivados cerca de lugares transitados por vehículos, minería y fundición, gasolina con plomo, pintura, tuberías del agua, cerámica barnizada, soldaduras, pilas y algunos cosméticos como los tintes del cabello y creyones de labios …

Cadmio: Cigarrillos, marisco, atún, hígado, riñones, trigo, arroz, tomates y patatas, desechos industriales quemados, minería y fundición de zinc, fertilizantes altos en fosfatos, fabricación de pilas, plásticos de color, gasolina, pilas…

Arsénico: Marisco contaminado por aguas costeras, insecticidas, deshechos de la construcción que han sido quemados, combustión de carbón y fundiciones…

Aluminio: Utensilios de cocina, papel de aluminio, antiácidos, desodorantes y antitranspirantes, cierta medicación…

El daño que ocasionan los metales pesados.

Los metales pesados son extraños en los sistemas biológicos y afectan los niveles de minerales, lo cual puede disminuir los procesos antioxidantes y desintoxicantes, entre otros perjuicios. Cuando nuestro organismo no puede desintoxicarse adecuadamente aparecen síntomas relacionados con el envejecimiento prematuro: dolores de las articulaciones, pérdida de la visión, falta de memoria y concentración. A menudo, los metales pesados desplazan los nutrientes cofactores, interrumpiendo los procesos metabólicos. Así pues, los metales pesados pueden activar la producción de radicales libres y provocar la destrucción de las membranas celulares y sus componentes.

Cuando esto ocurre, los tejidos pierden elasticidad y agua, lo cual puede disminuir su vitalidad y la de los órganos. Aun en bajas concentraciones, estos metales pueden representar problemas, ya que alteran los mecanismos de señalización de las células, afectando las funciones celulares, como la diferenciación y la proliferación, además de afectar directamente los tejidos (incluido el cerebro, riñones, la médula ósea y el sistema cardiovascular) en los cuales quedan acumulados.

La presencia de metales pesados en el organismo desgasta las reservas de ciertos nutrientes en el proceso de desintoxicación, a la vez que inhibe la entrada de minerales esenciales a las células. Mas sobre los daños, efecto depredador, consecuencias y estrategias para manejar esos daños en un próximo artículos, síguenos.

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